ANEKDOTARIO

Destination Anywhere

Buscando páginas web y visitando agencias de viaje. Buscando algún destino a donde ir, donde expiarme, y renovarme... o encontrarme. No sé si me ayudará a ello, más que probablemente no, pero esperanzas tengo.
El destino me es inverosímil ya a estas alturas. Tan sólo quedan dos o tres semanas para mis vacaciones y no he conseguido uno de los objetivos que tenía marcados para este año, que es encontrar compañero/a de viaje. Thailandia siempre ha estado ahí, pero demasiado bonito para ser verdad. Me marqué objetivos menos ambiciosos como New York, México, Europa... pero nada. Nadie puede (porque supongo que querer siempre se quiere... o no?).
Así que entra en marcha el plan B. Irme solo. El resultado del viaje puede ser tanto muy positivo como muy negativo, pero lo que es seguro es que no me quedaré indiferente ante tal aventura.
Seguiré buscando, aunque algo perdido, entre precios, lugares, mares y sueños... que espero algún día se cumplan.

Visita de cortesía

Es curioso, pero hoy salí a dar un paseo por la calle y no me encontraba a gusto. Me sentía un extraño entre toda esa multitud caminando por las calles del centro de Madrid. Miradas que me decían "tú no eres de aquí, vete". Y otras miradas que decían "pobrecillo, mírale". Harto de tanta mirada amenazante me senté en unos jardines a escuchar canciones que me inspirasen, o que me pudieran aclarar las ideas. Las notas que salían de los auriculares se confundían con la voz de un predicador gritando que Dios es amor y vida, y que la muerte no es sino la continuación de ésta. Las palabras que salían por su creyente y fervorosa boca no me servían, ni me ayudaban en ningún sentido. Intenté encontrar en alguna de sus palabras sentido, que fueran palabras que me dieran alguna que otra llave, pero todo fue en vano. Hoy no.
No fue un buen fin de semana para mí. Supongo que ya era hora de que volviera a visitar ese "pozo", a ver si todo estaba igual que cuando lo dejé. Y nada había cambiado. De todas formas no deja de ser una visita de cortesía a ese profundo lugar, porque no tengo intención de quedarme ahí.
Mañana no será un día fácil tampoco, por razones que la mayoría ya sabéis y que no tengo ganas de publicar por aquí, pero me intentaré imponer la obligación y el deber de salir a la superficie el martes, y quedarme ahí, por mucho mucho tiempo.

Deliver me

Ayer descubrí una canción que me hizo sentir, y llorar...
Una canción que me gustaría cantar cada segundo de mi vida...a lo persona de mi vida...

Deliver me, out of my sadness.
Deliver me, from all of the madness.
Deliver me, courage to guide me.
Deliver me, strength from inside me.

Deliver me,
Oh deliver me.
Won't you deliver...

SARAH BRIGHTMAN

Vientos de cambio, o no

Viernes y llueve. Adentro y afuera. Días atrás llovió mucho más para mí, y los míos (MUA...24-7)
Las ganas resentidas, y los sentimientos confusos.
Llegan nuevas etapas, nuevo año laboral, y supongo que nuevas intenciones (aunque suelen ser siempre las mismas...).
Jugando en tierra de nadie, sigo un rumbo a ninguna parte, o al menos lo desconozco. No creo que sea un mal rumbo (o eso espero), aunque la desubicación está latente. Seguir tirando cuando el viento sopló en contra suele ser lo más meritorio, pero duele seguir adelante, el reto se convierte en algo más personal.
No es actitud negativa, simplemente es actitud contrariada, sometida a cambios inesperados, y a amoldamiento ante situaciones insatisfechas o partidas. Desubicación, insisto.
No sé si es momento de cambio de tendencias o de seguir en la misma linea, no tengo ni idea. Sólo sé que hoy llovió, y que mañana espero las gotas se sequen, dentro y fuera...