Y es que siempre es mejor hacer las cosas mejor de lo que se hacen. Una obviedad? Sí. Y?
Porque sólo hay una cosa mejor que el pedir perdón. Hacer las cosas bien y no tener que pedirlo.
Canción de desconfianza esta, sin duda. Es lo que hay.
Supongo que es una verdad casi universal. Todas las cosas buenas acaban por terminar.
No sé si esa máxima hace que las cosas o las situaciones vividas sean más misteriosas, más excitantes, más intensas, o hacen que le demos una relevancia especial a cada momento vivido. Lo que sí tengo claro es que cada una de ellas tiene un principio, e inexorablemente un final. Aceptarlo es difícil, pero con toda probabilidad es de sabios. A todo esto, lo único que nos queda es vivir el intervalo, aprovechar ese im-pass, sentir cada segundo como si fuera el último, e intentar guardarlo y sujetarlo todo lo que podamos, y hasta que podamos. Porque lo que está claro es que, más tarde o más temprano, se nos escapará. Y ya no vuelve. Lo único que queda es el recuerdo, un recuerdo que con el paso del tiempo se irá moldeando, perdiendo en detalles y auto-tergiversando, dándole así la forma que nosotros le queramos dar. Así haremos de esa vivencia un recuerdo único. Tristemente poco más que un recuerdo único.
Lo único que creo eterno es el amor, en un sólo amor eterno. Un amor que va más allá de donde nuestro conocimiento puede llegar a alcanzar, y en una realidad no cognoscible por nuestras limitaciones humanas. Supongo que quiero creer que esto es así, o me escudo en esta teoría. Así doy sentido a cada día que pasa, y así lucho por cada día que llega. Razón existencial, pura y dura.
En eso me hizo pensar esta canción, una noche gaditana, con el Ipod y yo como únicos protagonistas...
"De las llamas al polvo, de amantes a amigos, por qué todas las cosas buenas tienen un final?"
NELLY FURTADO - ALL GOOD THINGS (COME TO AN END) - ALBUM: LOOSE
Esta quizá sea mi particular manera de dar un toque de atención, o más bien, hacer una llamada a la tranquilidad, a la neutralidad, a la calma, a la pausa. Ho bisogno di rallenta, non voglio sorprese, non voglio allarmi, non voglio agitazione.
¿No podéis dormir? ¿Necesitáis una nana? ¿Queréis tomaros un breve descanso? Escuchad, y dejad el resto fluir...
Una vez más... Simplemente Rojas. En esta ocasión en la inmejorable compañía de Sana.
Llegar a "La Lluna" sabía que era difícil, pero ayer ni Neil Armstrong nos podría haber hecho sombra. Una concatenación de despistes hicieron que Sana y yo nos encontráramos en plena Santa Coloma de Gramanet, tras un viaje deplorable con una taxista con la licencia (li-cen-cia) recién sacada de la tómbola, acabando solos por sus calles, sin conocer nada de allí, y sin gente pasando por la calle a la cual pudiéramos preguntar dónde iba a ser el concierto. Tras un Lucky Strike y un taxi a tiempo, llegamos cual Carl Lewis a "La Lluna", local que no se podía inaugurar de la mejor manera, con Rojas en sus micros.
Con el aliento aún en la boca, nos damos cuenta de que llegamos a tiempo para escucharle. No podía irme de Barna sin hacerlo. Era la guinda de todo un finde perfecto.
De principio a fin, una vez más, rasgó con cada estrofa puros sentimientos. Supongo que uno se hace querer más al ser auténtico, al escribir lo que le sale del alma, y cantar con ese mismo alma saliendo por la boca, de una manera íntima, particular, única y reservada. Porque escribir para los demás está muy bien, pero escribir para uno mismo y que los demás puedan llegar a ello (o al menos intentarlo), tiene más empuje, más profundidad y más significado. Siguen siendo un misterio para mí un sinfín de estrofas sin descifrar, y que supongo que cada nueva vez que se escuchan, se puede ahondar un poquito más en su significado, y acercarse así a su orígen, orígen que por mucho que se busque, siempre seguirá siendo una interrogante. Al menos en Rojas. Y eso es un valor añadido, algo que hace a uno salirse de la rutina, diferenciarse del resto y avanzar.
La verdad que no puedo dejar de sentirme orgulloso de poner a Rojas al alcance de la gente, al hacerles descubrir su música. Porque eso también me llena a mí, por raro (o no) que parezca.
Lástima no haber podido venirte el sábado, Raúl. Espero sinceramente que otro día sea el indicado. El 17 de Noviembre, en la Boca del Lobo (zona Huertas, Madrid) te aseguro estaremos allí. Ya me encargaré del boca a boca.
Fue un concierto al 100%, un concierto especial, sin duda. El colofón perfecto a un perfecto fin de semana. Gracias por ello. Hasta el 17.
P.D.: El video que podéis ver arriba es de su segundo single, "NO HA DEJADO DE DOLER". Túmbense, escuchen... ¿Recuerdan?
P.D. 2: Raúl, los días donde se ha escrito sobre ti en este blog son el 20 de Octubre (foto contigo y con Sana), 9 de Junio, el 7 de Septiembre y el 11 del mismo mes. Espero esté a la altura y te guste. Un placer, sin duda.
Hola, buenos dias! Señoras y señores, hijos de puta todoos... jajaj!
Bueno, dicha esta tontuna, este dislate, os paso a contar un poquito nuestro fin de semana en Barna.
Hace tan sólo unas horas que he dejado esas tierras para venir de nuevo a mi pequeño rincón en el mundo, ese en el que cada año recargo pilas, ahondo un poquito, y vuelvo a la esencia>>> X.
Supongo que ahora mismo lo que tengo son sentimientos encontrados, entre el buen sabor de boca que me dejó este increíble finde y el son de tristeza que retumba ya a lo lejos, tras dejar atrás todo lo intensamente vivido.
Una anfitriona perfecta, Sana, que nos ofreció absolutamente todo lo que tenía y más a Marlo y a Claudio, y que junto a la encantadora Ari nos mostraron la urbe en toda su inmensidad. Todo el fin de semana con una inmejorable banda sonora tras nosotros, entre versos de Rojas y Alejandro Sanz.
Supongo que últimamente la suerte me dejó de lado, y por alguna extraña razón se me muestra esquiva a cada paso que da. El mal de coches II regresó con fuerza, intentando derribarme una vez más, pero aún estoy de pie... Igualmente pienso que el infortunio es algo que cuanto más se le nombre, más te acompañará, hasta intentar hacerse tu peor aliado. Es por ese mismo motivo que intentaré no darle una mayor relevancia, y pasar nueva página. Me encuentro en un momento idóneo para hacerlo, sin duda.
A cambio, me quedo con Sana, con Ari, con Flipe (alias Claudio), con Marlo (uséase, yo), con el Universal, con las 4 plumas mal vistas, con Galilea, con un Quijote inexistente, con unos fueros internos superados tras un paseo por las nubes, con un Alonso que una vez más me da la razón y que tiene lo que se merece (pese a quien le pese), con un poema que reza "toca,toca,pastorcillo...", con unas pizzas más grandes que Europa y que Asia, con una dársena 17 que hace que se caiga sólo (qué vergüenza!), con el radiador de Cli Cli, y en general con una intensidad de sentimientos enlatada en tan sólo un chiquito fin de semana que no suele ser nada habitual, y que te deja con un regustillo muy especial. Y además de todo eso, uno se da cuenta de que también puede ser muy feliz viendo la felicidad en los ojos de las demás personas...
Espero se repita, y estar ahí para verlo. Porque las segundas partes también pueden ser muy buenas...
Tras mucho tiempo sin escuchar nada suyo, vuelvo a sus letras, y esencialmente vuelvo a los sentimientos que me inspiran cada una de sus canciones.
Es la primera vez que no necesito estar mal para sentirle tan cerca. Eso supongo que es bueno, será una evolución o un paso adelante.
Nunca nadie dio tanto en el clavo con su lírica. Sentimientos paralelos. Aquel (o aquella) que conozca y sea capaz de escuchar con detenimiento a Nek, comprenderá de qué estoy hablando. Poca gente lo ha hecho, o poca gente es capaz, no sé. La gente que puede es gente que ya por ese mero hecho de sintetizarse en su música, me dice mucho. Creo que no podría estar con nadie que no entendiera o no se identificara con al menos una pizca de alguna de sus canciones. No por fetichismo ni por alguna manía extraña mía, simplemente es porque ese hecho me diría que esa persona carece de significado por dentro, está vacía. Y eso lo respeto, pero no lo quiero.
La canción que presento en este post es Cielo y Tierra. Una canción que en su momento compartí con alguien importante, debido a que describía nuestra situación puntual y en declive, pero que da un punto de esperanza ante situaciones adversas, a pesar de que a nosotros no pudiera funcionarnos...
Siempre me recordará a una de las etapas más felices de mi vida. Suena así...