"Siempre". Una canción que me ha entrado directamente en vena. No tengo dudas de que para escribir un tema así has tenido que haber amado y haber sido amado en algún momento de tu vida.
Pero lo que no tiene precio es el haber descubierto esta canción un lunes de Enero a las 20.30, y descubrir que tengo la oportunidad de escucharla en directo en el Búho Real tan sólo una hora después, tal y como hice (en la siempre grata compañía del Abu). Intenso.
Un grato regalo y descubrimiento que llegó a mí sin esperármelo, y que me guardo en mi más íntimo y secreto rinconcito, para disfrutarlo en la soledad de la que, de vez en cuando, disfruto.
Invito a tod@s a que veáis en directo a LANTANA en sus próximos conciertos en Madrid.
Un placer haberte conocido.
Visita www.lantanaland.net
Incondicionalidad. Una palabra en desuso, una actitud en extinción.
El ser incondicional puede parecer una manera de actuar normal, pero a la hora de la verdad es cuando nos debemos plantear si realmente lo somos. Y puedo decir que cada vez veo que la gente lo es menos y menos. O eso, o es que entre nosotros no transmitimos lo que sentimos y lo que queremos decir o ser. De todas formas me tomaré la mínima licencia de poner en duda esta actitud en buena parte de la gente.
Vivimos en un mundo de prisas, en un mundo de raciones individualizadas, un mundo donde miramos hacia nuestros propios zapatos cuando andamos a 100 por hora de camino a nuestro trabajo, café y documentación en mano. Vivimos agazapados en nuestro propia persona, construyendo muros para que nadie nos haga sufrir, y así protegernos para poder ser menos infelices. Pero lo que quizá deberíamos hacer es ver las cosas desde el punto de vista opuesto, e intentar ocupar nuestro tiempo en intentar buscar la felicidad, sintiendo y no pensando, construyendo y no muros, mirando hacia delante y no pensando que todo tiempo pasado fue mejor, sin intentar buscar miradas ya perdidas en otras personas. Ser. Dar. No recibir. No pedir.
Cada vez el yo está más de moda, desapareciendo sus detractores, que también se ven atraidos por su fuerza arrolladora que todo lo arrasa. Es curioso lo que me dijo el dueño de las tiendas de corbatas Andrew´s Ties hace unos meses. Me comentó que había decidido cambiar el nombre de sus tiendas por el de "Solo Io". Y a mi pregunta de por qué había hecho eso, me respondió... "El yo está de moda, es fashion". El Io, el Ego, el Yo, se llevan, venden. Supongo que él pensaría que si no puedes con el enemigo, únete a él.
La incondicionalidad consiste en dar sin anteponer nuestros requisitos, porque existe felicidad en el mero hecho de entregarse a la otra persona sin contemplaciones y sin pedir nada a cambio. Entre otras cosas porque todo llega, y toda acción conlleva una reacción. Y si no es hoy, será mañana, pero será. Es difícil? No digo que no lo sea, pero es posible, doy fe de que lo es. Pero excusas del tipo "es que me tengo que querer a mí ante todo para querer a los demás" están bien, tampoco quito la razón a esta frase, pero no me vale.
Intentemos escuchar antes de hablar, e intentemos mirarnos a los ojos más habitualmente, intentemos disfrutar de los silencios, y de un momento compartido de tranquilidad mirando al cielo, sin esperar más de ese momento que el mero hecho de poder vivirlo. Shhhh.
Como bien dijo Fito Paez... Dar es dar.