ANEKDOTARIO

El cambio

¿Qué es un cambio?
Cambiar es incorporar nuevas costubres o hábitos en nuestra vida que son totalmente desconocidos para nosotros, y a la vez, dejar atrás vivencias y aprendizajes que ya teníamos automatizados. Hasta aquí, creo que todos me seguís, no?
Lo que pasa es que pensar en el cambio nos produce malestar, inseguridad, ansiedad... porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar una vez efectuado el cambio. Estas situaciones nos aturden, nos paralizan, nos desordenan, porque no estamos acostumbrados a asumir riesgos, preferimos acogernos a lo seguro. Somos personas de costumbres fijas, las cuales nos dan una seguridad relativa, que es conocer el futuro inmediato, pero no el mediato.

Existe en nosotros una tendencia innata, y es que siempre nace en nosotros el deseo de volver a las situaciones anteriores.
Lo que creo es que sólo podemos cambiar de verdad cuando existe en nuestro interior un verdadero deseo de cambio, y eso no lo tengo. O al menos creo que no lo tengo.
Por otra parte, hay personas que buscan un cambio rápido, fugaz, forzado, intentando olvidar algo que no les dejó un buen recuerdo, o que les dejó dolor. Esos cambios tan bruscos no suelen ser buenos, no suelen dar buen resultado, y lo que suele acabar pasando es que al final se busca el cambio del cambio, y así se va formando una bola de nieve que no lleva a ninguna parte, o quizás a donde te lleve sea al orígen...
Sea como fuere, yo me encuentro en esa situación de incomodidad ante lo desconocido, y de aferro a lo conocido. ¿Por qué? No creo que por la comodidad que te da el tener ya visto algo o a alguien, sino porque quizás no tenía conciencia de lo que conocía o tenía, y ahora sí... Por un momento me paré, hice la foto, salí de la foto, vi la foto, y comprendí la foto. La comprendí al fin. Aunque no sirva de nada, porque ya no hay más carrete.
Cuidadín con los cambios, amiguetes. Distinguid cuáles os benefician de cuáles no. He dicho.