ANEKDOTARIO

Ampliaciones en el pozo

Por lo que parece este pozo no tiene fin...
En esta semana, dos nuevos habitantes se incorporan, mi apañero R. y mi coleguita J. Y es que no sé que pasa, pero los pocos que quedaban van cayendo.
Sea como sea, esta situación que estamos pasando, no deja de ser eso, una situación, es pasajera. Se trata de un impass que nos llevará a otra parte, a otra vida, a otras emociones, y seguramente a un mejor lugar en el mundo (al menos eso quiero pensar).
Todo lo que pasa, pasa por algo, y cada decisión que tomamos, la tomamos por alguna razón. Lo importante es tener la valentía para tomar y afrontar esas decisiones. Porque no todo el mundo puede o sabe hacerlo.
También pienso otra cosa. Al entrar en el pozo, la primera sensación que tienes es de miedo, de desorientación, de confusión, incluso pánico. Todo eso es lógico. Y no quiero dármelas de nada, porque no soy nadie para decir a cada uno lo que tiene que hacer, pero creo que cuando se empiezan a tener esas sensaciones, especialmente la de confusión-desorientación, lo primero que hay que hacer es salir de la foto, ver la foto, analizar la foto, y ver qué es lo que estaba mal, y lo que estaba bien. Lo que estaba bien, déjalo así, no arregles algo que no está roto. Pero lo que estaba mal hay que ver en qué fallaba, y arreglarlo. No es fácil ver esos fallos, pero al final se ven, siempre se acaban saliendo a la luz. Ese primer paso de análisis lo considero fundamental para conseguir el objetivo final: salir del pozo del tío raimundo.
En fin, no sé, son reflexiones que quería comentar a estas horas de la noche, noche que por cierto comenzará ahora, porque es sábado y hay que disfrutarlo. Aasí!